lunes, 2 de marzo de 2015

Relaciones Internacionales: la geopolítica (I).

Las relaciones internacionales son todas aquellas actividades políticas dirigidas a establecer relaciones o solucionar conflictos entre dos o más países. A menudo se piensa que lo realmente determinante en las Relaciones internacionales de los estados es el Derecho internacional, cuyas medidas deben respetarse por encima de todo. No obstante, dejando a un lado discursos políticos, esta imagen no es la realidad, ni mucho menos.

En un entorno global, las grandes potencias mundiales luchan entre si buscando sus propios intereses, actuando con cuasi total impunidad ante las disposiciones internacionales, y, como siempre, a la sombra de estos estados súper desarrollados y de su lucha por una mayor cuota de recursos y poder, el resto de los países quedan subyugados a su voluntad. No se convierten en un cero a la izquierda, pero la importancia que en teoría les corresponde, según mi criterio, se ve vetada o, en el mejor caso, disminuida. En este panorama internacional, si las normas internacionales se respetan y se hacen cumplir cuando es necesario únicamente al darse un interés compartido entre estas grandes naciones; si estas normas de Derecho internacional no son tan eficaces como se piensa ¿Por qué mecanismos podrían defenderse o hacerse valer los países menos afortunados que estos? La respuesta a esta pregunta reside en un concepto no muy conocido, pero de extrema importancia: la geopolítica.

La geopolítica es un concepto que se ha intentado definir múltiples veces y de distintas formas, pero realizando una síntesis de todas las posturas puede decirse que la geopolítica es la ciencia que estudia como un estado se ve afectado por el entorno físico y político en el que se encuentra. Es decir, el desarrollo de un país depende directamente de dónde se encuentre (territorios marítimo, continental e insular, fuentes de recursos, etc.) y de las políticas que aplique en consecuencia. Pero no solo eso, sino que es determinante de sus relaciones con las naciones más próxima y, en general, con todas las del mundo. El estudio de la geopolítica de un país permite, no solo explicar su historia, su sociedad y su política actual, sino además realizar previsiones que permiten pronosticar cómo va a evolucionar en un determinado período de tiempo y analizar los puntos fuertes y débiles de un Estado para obrar en consecuencia.

Para explicarme mejor pondré un ejemplo actual:

Rusia es una extensa súper potencia con importantes recursos energéticos y relevante fuerza militar, dando por supuesto su influencia a nivel mundial (palpable sobre todo en organismos como la ONU). Está situada al Este de Europa, haciendo frontera con Bielorrusia, Ucrania y Letonia entre otros. De Rusia parten la inmensa mayoría de los oleoductos y gaseoductos que provisionan a Europa (y de extrema importancia en los países norte europeos – como Alemania- , con climas fríos) y en Ucrania confluyen los más importantes (lo que quizás explica las políticas de Rusia respecto de Ucrania).

La pregunta que hay que plantearse es ¿Qué pasaría si Rusia quisiera dejar de suministrar a estos países por motivos estratégicos? Las potencias europeas – Alemania, Francia, Inglaterra, Bélgica, etc. – podrían adquirir petróleo comprando toneles directamente en Oriente Medio (teniendo en cuenta los riesgo que esto conlleva dado el panorama tan tenso que existe actualmente en esa zona) o comprándoselos a su aliado EE.UU, pero se quedarían totalmente desprovistas del gas. Una alternativa sería que los países europeos mediterráneos – España e Italia concretamente – fueran quienes suministrasen de gas al resto de Europea a través de los conductos que pasan a través de ellos. Esta situación tan comprometida explicaría el empeño del gobierno español en el fracasado intento de extracción de petróleo de las Islas Canarias.

F.D.O. Alejandro Martínez.


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