El silencio ya no resulta rentable, más en los tiempos que vivimos. No
se puede ignorar a los medios de comunicación en países donde existe una
opinión pública, como es el caso de España. Nada es gratis y la comunicación
con los medios tampoco. No comunicar sale caro y hay que tener en cuenta que la
relación entre el político y la prensa se basa siempre en un “dar y
recibir”. Tienes que ser consciente de
que los periodistas siempre van a hablar de ti, hables tú o no… y más si
perteneces a un partido político relevante. ¿Por qué no ser tú su primera
fuente de información?
Vivimos en un mundo donde la Generación Y (los nacidos a partir de los
años 70’) es más individualista y está más sumida en un mundo más tecnológico
que cada vez ocupa más su tiempo. Lo que dices y no dices, lo que haces y no
haces, es sabido y compartido por toda la comunidad virtual. La nueva sociedad
requiere de una mayor transparencia, y eso sólo se consigue comunicando.
La rueda de prensa resulta un buen canal para comunicar y que los medios
de comunicación y, por consiguiente, la red, se hagan eco. Además, los
políticos ya no ganan las elecciones un único día, ahora las campañas
electorales son permanentes: tienes que ganarte al electorado constantemente,
no sólo en las semanas anteriores a la votación.
Así, el primer punto para sobrevivir a una rueda de prensa es la
preparación, no se puede improvisar. Por eso mismo, tendrás que planificarte
qué vas a decir y qué te pueden
preguntar. Deberás repetir lo importante al principio y al final, siguiendo el
esquema de la pirámide invertida con base reforzada. También deberás evitar
palabras de connotaciones negativas, como duda o problema. Y si algo se
desconoce, admítelo. Decir la verdad y ser transparente debe ser tu línea
estratégica.
Por otro lado, cuando hablas en público, debes tener en cuenta a qué
auditorio te diriges. Es recomendable, por eso mismo, hablar aquí en forma de
titular. Esto tiene una doble finalidad: harás más fácil el trabajo del
periodista y, además, publicarán tus palabras exactas, sin modificaciones ni
recortes ni cambios de contexto, con una mayor probabilidad. Deberás también
dar un trato equitativo a todos los medios, sin favoritismos, mostrando total
disponibilidad y empatía, hablando primero con el corazón y luego con la
cabeza.
Pero, precisamente porque debes fijarte en el auditorio al que te
diriges, también debes tener en cuenta al destinatario final, que no es otro
que la sociedad. ¿Qué piensa el pueblo? ¿Qué puedo corregir yo como líder?
Debes incluir esto en tu discurso, y siempre con un lenguaje no demasiado
técnico, que conecte. Porque la labor del político no es sólo comunicarse con
los periodistas, sino con la sociedad. La prensa es sólo el vehículo, aunque
claramente tiene la ventaja de poner lo que va y lo que no va en sus
publicaciones.
La finalidad de este proceso no es otro que el de ser el centro
redistribuidor de toda clase de flujos informativos: que la información salga
de ti, no de los demás. Los silencios alimentan los rumores. Y todo esto,
siempre, mediante la transmisión de mensajes clave, breves, concisos… No está
de más incluir ejemplos y tampoco debes memorizar, así como evitar leer, que da
sensación de seguir un guion y no saber de qué estás hablando.
La reputación es un valor estratégico y de ella depende cómo
comuniques. Poder responder con conocimiento de causa todas las preguntas de
los periodistas es el gran reto del político-comunicador. Es conveniente,
además, que sea el político el que hable y dé la cara, no su portavoz, y
siempre a través de un contacto personal y fluido con los medios.
Se acercan las elecciones y el Gobierno es consciente de que puede
perderlas, o no ganarlas con una mayoría suficiente, en parte, por su mala –y
en ocasiones nula o tardía- comunicación. Precisamente es eso lo que está
intentando remediar ahora, y más frente a un partido en auge como Podemos que,
para bien o para mal, hay que reconocer que ha conquistado los medios de
comunicación y las redes sociales. El “el que hablen de mí, aunque sea mal” ha
hecho que ganen muchos adeptos en los últimos meses.
Tal es la importancia de comunicar y tal es la importancia de convocar
una rueda de prensa eficaz, con todos sus componentes, sus preguntas, y su
coherencia.
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